Cuando en el futuro se revise la abundante historia delictiva mexicana, uno de los capítulos más gruesos será sobre el secuestro; el estado de Morelos aparecerá como primera cita y uno de los personajes principales será Daniel Arizmendi, “El Mochaorejas”, hombre de una crueldad que supera, a veces, la imaginación. Arizmendi es un producto casi completamente morelense: ahí nació, allí fue policía judicial y allí aprendió a robar autos; allí ocultó a su familia y los centenarios de oro que arrancaba a las familias de sus secuestrados, luego de mutilarlos. La parte de Arizmendi que no es morelense, es mexiquense: creció en Neza, se inició allí como secuestrador y es la Policía Judicial local la que lo protegió. Gran parte de esta historia está escrita en primera persona. El periodista tuvo que recurrir a más de 60 fuentes para reconstruir un relato que tiene mucho de cinismo y revela el alma oscura de uno de los personajes más nefastos de la historia reciente de México. Cuand...